Marismas Santoña, Victoria y Joyel. Tesoro Natural de Cantabria

A lo largo de la costa oriental de Cantabria, en el punto donde las aguas del río Asón se funden con el majestuoso mar Cantábrico, se despliega un rincón de sublime hermosura: las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.

Este extenso paraje natural, compuesto por 4.000 hectáreas de vibrante encanto, ostenta con orgullo el título de Parque Natural desde el año 1992.

Este humedal, considerado uno de los tesoros más destacados de la cornisa cantábrica, no solo fascina por su panorama cautivador, sino que también alberga una biodiversidad excepcional. Las marismas, las playas, las dunas y los frondosos bosques dan vida a una amplia gama de flora y fauna, donde especies endémicas y migratorias hallan en este refugio un hábitat vital para su florecimiento.

Las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel no solo representan un paraíso natural, sino que también constituyen un rincón impregnado de valor cultural e histórico. La influencia humana se manifiesta en la arquitectura popular, los yacimientos arqueológicos y las tradiciones ancestrales que perduran en la región, como la pesca artesanal o la recolección de marisco.

Se trata de un entorno singular que invita a la reflexión, al aprendizaje y a la conexión con la naturaleza. Un destino idílico para los entusiastas del ecoturismo, la observación de aves y las actividades al aire libre.

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Formación y características de las Marismas

Las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel surgieron como resultado de la colaboración entre el río Asón y el mar Cantábrico. A lo largo de milenios, el río Asón depositó sedimentos que, combinados con la influencia de las olas y las mareas, dieron origen a este excepcional entorno natural.

Este complejo mosaico de marismas, playas, dunas y bosques se distingue por su notable diversidad de hábitats:

Zonas intermareales: En estas áreas, la alternancia entre el agua y la tierra, marcada por las mareas, crea un ecosistema dinámico y rebosante de vida.
Praderas: Estos campos albergan una variada gama de flora y fauna, incluyendo especies endémicas como la orquídea de San Miguel.
Bosques: Predominantemente compuestos por encinas y alcornoques, estos bosques proporcionan refugio a una amplia variedad de animales.
Turbera: Un ecosistema único en Cantabria, donde la flora y fauna se especializan en condiciones de acidez y humedad.

La interacción armoniosa entre el río y el mar ha dado forma a un paisaje que no solo es visualmente impactante, sino que también sustenta una biodiversidad excepcional en cada uno de sus distintos hábitats.

Ecosistemas y biodiversidad

Las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel se erigen como un refugio de inigualable importancia ecológica. Su diversidad de hábitats da cobijo a una biodiversidad excepcional, contando con más de 2000 especies de flora y fauna.

Fauna y flora

En el cielo y en la tierra, las marismas son hogar para una asombrosa variedad de vida. Más de 20,000 aves acuáticas, incluyendo flamencos, cigüeñas, garzas y anátidas, utilizan estas aguas como punto de descanso durante sus travesías migratorias.

En la tierra, mamíferos como nutrias, tejones, jabalíes y murciélagos encuentran su hábitat ideal. Reptiles como lagartijas, culebras y tortugas se entrelazan con anfibios como ranas, sapos y salamandras, todos contribuyendo a la complejidad y riqueza del ecosistema.

Además, peces como salmones, truchas y anguilas completan la sinfonía de la vida acuática.

En cuanto a la flora de este rincón natural, especies endémicas como la orquídea de San Miguel, el lirio amarillo y el narciso de mar despliegan su esplendor. Adaptadas a las condiciones salinas, plantas como la salicornia, el spartina y el tamariz se integran, creando un equilibrio único en el ecosistema.

Además, las algas tejen una red vital para la vida marina, contribuyendo al sutil equilibrio de la región.

Zona de paso para aves migratorias

Las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel se erigen como un punto crucial en la ruta migratoria de aves que viajan entre Europa y África. Estas marismas ofrecen un refugio seguro donde descansar y alimentarse para estas aves durante su prolongado viaje migratorio.

Amenazas y protección

Este entorno enfrenta diversas amenazas, como la contaminación, la expansión urbana y la sobreexplotación de los recursos naturales. Con el objetivo de preservar este tesoro natural, se estableció el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel en 1992. Este parque lleva a cabo proyectos de conservación y educación ambiental, garantizando así la supervivencia de este ecosistema único.

Explora y descubre: Actividades en las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel

Las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel te invitan a una experiencia única, donde la naturaleza despliega sus encantos a través de una variedad de rutas y actividades diseñadas para todos los amantes de la aventura.

Rutas de senderismo

Embárcate en la Senda de La Rabia, un recorrido circular de 5 km de baja dificultad que te sumerge en las marismas desde perspectivas diversas. Para los buscadores de panorámicas imponentes, la Senda del Monte Buciero, con sus 10 km de longitud y dificultad media, ofrece vistas espectaculares de la costa.

Observación de aves

En el Observatorio de Aves de El Puntal, maravíllate con la presencia de flamencos, cigüeñas y garzas entre la fauna acuática. Únete a la Ruta de las Aves Migratorias, un paseo guiado por las zonas de mayor concentración de estas migrantes aladas.

Visitas guiadas

Sumérgete en el conocimiento en el Centro de Interpretación del Parque Natural, donde obtendrás información detallada sobre la flora, fauna y los diversos hábitats del parque. Para una inmersión más profunda, las visitas guiadas a las marismas, de la mano de expertos, te conectarán íntimamente con este entorno natural.

Otras actividades

Descubre las marismas desde una perspectiva única con paseos en barco, una experiencia fascinante para observar la vida marina en su hábitat. Revive tradiciones participando en la recogida de marisco en algunas zonas del parque o deleita tu paladar con la gastronomía local, basada en productos frescos del mar y de la tierra.

Recomendaciones a la hora de visitas las Marismas

Época ideal para la visita: La primavera y el otoño ofrecen las condiciones ideales para explorar las marismas, con temperaturas agradables y menos presencia de mosquitos.
Equipamiento necesario: Prepara tu aventura con ropa y calzado cómodo, prismáticos, sombrero y protector solar para disfrutar plenamente de la experiencia.
Normas de comportamiento: Haz de tu visita una contribución positiva, respeta el medio ambiente, no dejes residuos, evita molestar a la fauna y sigue las indicaciones de los senderos.