Te damos al bienvenida a un viaje emocionante por la cautivadora región de Cantabria, una tierra rica en paisajes pintorescos, tradiciones auténticas y pueblos encantadores. En el corazón de esta joya del norte de España, nos encontramos con un debate apasionante y eterno: ¿Cuál es el pueblo más bonito de Cantabria?
Decidir cuál de sus pintorescos pueblos ostenta el título de “el más bonito” se asemeja a elegir una joya en una tienda llena de tesoros. Cada rincón tiene su propio encanto, su historia única y su paisaje impresionante, lo que hace que la elección sea un tanto difícil. No obstante, según expertos de Viajes National Geographic, hay un pueblo que destaca por encima del resto: Comillas.
Hoy vamos a descubrirte la esencia de la región a través de sus encantadores rincones, sus calles adoquinadas y su atmósfera única, y ayudarte a descubrir cuál podría ser tu destino perfecto.
Cantabria, con sus verdes valles y majestuosas montañas, es un refugio para los amantes de la naturaleza y la historia. Sin embargo, es en la isla donde encontramos una concentración especial de belleza y autenticidad. Cada pueblo tiene su propia historia que contar, su arquitectura única que despierta la nostalgia y su vibrante comunidad que da vida a las antiguas tradiciones.
Acompáñanos mientras exploramos juntos los tesoros escondidos y te guiamos a través de la difícil elección pero emocionante, acerca de ¿Cuál es el pueblo más encantador de Cantabria?
La Asociación de los Pueblos más bonitos de España incorporó desde el 1 de enero de 2019 las localidades cántabras de Potes y Carmona.
¿Qué pueblos no puedes perderte si visitas Cantabria?
Si no tienes claro sobre cuáles son los imprescindibles en tu travesía por Cantabria, estás a punto de conocer unas sugerencias muy interesantes. En este rincón norteño de España, la lista de pueblos que no puedes perderte se despliega como un mapa lleno de encanto y autenticidad.
Desde la majestuosidad de Potes hasta la atmósfera medieval de Bárcena Mayor, pasando por la arquitectura modernista de Comillas y la historia viva de Santillana del Mar, Cantabria ofrece una paleta diversa de experiencias. Acompáñanos mientras exploramos estos tesoros escondidos que hacen de Cantabria un destino único e inolvidable.
Potes
Potes, en el corazón de Cantabria, es un municipio atractivo que fusiona historia y geografía de manera única. Rodeado de montañas que fueron testigos de luchas medievales entre las casas de los Mendoza y los Manrique, este territorio llano guarda un pasado épico. La localidad también fue cuna del virtuoso violinista Jesús de Monasterio en 1836, cuya música dejó una huella perdurable en sus calles.
Potes, capital de su pequeño municipio, se encuentra estratégicamente ubicado en la confluencia de los ríos Deva y Quiviesa, revelando un paisaje espectacular. La villa, en el centro de la comarca de Liébana, despliega una historia rica a través de cada calle adoquinada, sumergiendo a los visitantes en la magia de sus cuatro valles.
En Potes, la historia y la naturaleza danzan juntas, creando una experiencia cautivadora que deja una impresión duradera en quienes tienen la fortuna de explorar este rincón mágico de Cantabria.
Bárcena Mayor: Tesoro Rústico en la Reserva del Saja
Bárcena Mayor, con su apariencia congelada en el tiempo, te transportará a épocas pasadas. Pueblo rústico arraigado en el corazón de la reserva del Saja, se erige como un cuadro pintoresco de gran encanto. Enmarcado por colinas suaves, este idílico paraje revela un caserío concentrado en forma rectangular, con dos calles principales y plazas que atestiguan la huella del tiempo.
Las casas, típicas de la región y mayormente construidas en la época fernandina, despiertan la nostalgia con sus fachadas orientadas al mediodía o al Oriente. Caracterizadas por la mampostería, los esquinales y vanos de sillería, y un interior cálido de madera, estas viviendas narran la historia a través de sus estructuras bien preservadas.
La iglesia, dedicada a Santa María y erigida en el siglo XVII, añade un toque barroco distintivo al paisaje. Su retablo del siglo XVIII, una obra de arte que captura la esencia de la época, invita a los visitantes a sumergirse en la historia religiosa y artística de Bárcena Mayor.
Comillas
Comillas, noble villa de suaves colinas y preciosa playa, es una joya histórica con raíces que se remontan a la prehistoria, evidenciadas por las pinturas rupestres de La Meaza. Su cementerio, con la escultura modernista “El Angel,” y la arquitectura del siglo XVIII en la plaza vieja y la iglesia parroquial, hablan de su rica historia.
En el apogeo económico y social a finales del siglo XIX, Comillas se benefició del emigrante a Cuba, Antonio López y López, primer marqués de Comillas. Su mecenazgo incluyó el palacio de Sobrellano, la capilla y el modernista “El Capricho” de Gaudí.
La Universidad Pontificia, creada por el II marqués, es hoy un centro de excelencia para la lengua y cultura hispánicas.
Conocida como la “Villa de los Arzobispos“, Comillas alberga una playa de fina arena y celebra festividades populares, destacando las dedicadas al Cristo del Amparo del 15 al 18 de julio. Enclavada en el Parque Natural de Oyambre, esta villa encanta con su historia, arquitectura, y hermosa costa, haciendo de Comillas un destino único en Cantabria.
Explorando Isla, una joya histórica y natural
En el corazón de Cantabria, Isla se erige como un tesoro oculto que fusiona historia y naturaleza. Este encantador pueblo, recientemente añadido a la selecta lista de los más bellos de Cantabria, se destaca por su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural en 2004 bajo la categoría de “Lugar Cultural, Ruta Camino de Santiago”.
El casco histórico, meticulosamente restaurado, ofrece un viaje a través del tiempo. Sus calles empedradas conducen a edificaciones emblemáticas que narran la rica historia de Isla. Entre ellas se encuentra la casa palacio de los Condes de Isla, símbolo del poder civil; la imponente iglesia de San Julián y Santa Basilisa, representación del poder religioso; y las majestuosas Torres medievales, como la Torre del Cabrahigo y la Torre del Rebollar, que evocan el poder militar.
El antiguo Hospital de Peregrinos, recientemente rehabilitado junto a la iglesia, se integra próximamente como albergue en la red del Camino de Santiago, enriqueciendo la experiencia para los visitantes.
Este pequeño núcleo rural semi-peatonalizado, un deleite para los sentidos, invita a pasear entre monumentos y antiguas casonas blasonadas. Además, las famosas huertas de Isla, productoras del renombrado pimiento y otros productos autóctonos, agregan un toque culinario único a la visita. Descubrir Isla es sumergirse en la autenticidad de Cantabria, donde la historia y la naturaleza se entrelazan en una experiencia inolvidable.
Carmona
Carmona, inmerso en la Reserva del Saja, se destaca por su riqueza forestal y paisajística, enmarcado por el valle y el río. Su historia, antiguamente conocido como “Kaórnica,” jugó un papel esencial en la repoblación de Castilla.
Nacieron aquí figuras ilustres como el poeta Manuel Llano y el naturalista Augusto González de Linares. La arquitectura popular y culta adorna el valle, destacando el parador en el palacio de los Rubín de Celis en Carmona. Conjuntos monumentales en Renedo, Sopeña y Terán complementan la oferta artística.
Carmona conserva tradiciones ancestrales, desde la “pasá” del ganado tudanco hasta la artesanía de albarcas. La gastronomía seduce con cocido montañés, caza y truchas de río. La vista desde la collada de Carmona, los cotos de pesca en el río Saja y la Reserva Nacional del Saja brindan experiencias inolvidables.
Este núcleo rural, junto a Bárcena Mayor y Tudanca, preserva caseríos de piedra con tejados de teja roja y fachadas blasonadas. El palacio de los Rubín de Celis, ahora un parador, destaca como un símbolo arquitectónico. Carmona, con su artesanía única y encanto rural, es una joya bien conservada en el interior de Cantabria.
Santillana del Mar
Santillana del Mar, conocida como “la villa de las tres mentiras“, destaca como una cita imprescindible para los visitantes de Cantabria. Su riqueza histórico-artística la convierte en un monumento en sí misma. Aunque no es “santa“, ni “llana“, ni tiene “mar“, es la capital de un municipio agrícola y turístico.
La famosa Cueva de Altamira, apodada la “capilla sixtina” del arte rupestre, alberga pinturas prehistóricas de renombre mundial. Descubierta en 1868, provocó controversia por la antigüedad de sus pinturas (14.000 años). Santillana del Mar va más allá de Altamira, siendo hogar del Monasterio de Santa Juliana y su colegiata románica del siglo XII.
Las calles empedradas revelan casonas y palacios que testimonian su esplendor económico.
Las construcciones civiles como las torres de Merino y Don Borja, las casas del Águila y la Parra, el palacio y la torre de Velarde, entre otros, destacan en su arquitectura medieval.
La villa es un centro cultural activo con exposiciones y museos, y sus calles albergan talleres artesanos. La naturaleza brinda una costa para la pesca y la tranquila playa de Santa Justa en Ubiarco. Santillana del Mar es un atractivo imperdible en Cantabria, fusionando historia, cultura y belleza natural.
Mogrovejo: Tesoro Medieval en las Alturas de Camaleño
Mogrovejo, situado en las alturas de Camaleño, es una pequeña aldea que sirve como un tesoro medieval en Cantabria. Su conjunto de casas populares lebaniegas y la imponente torre medieval del siglo XIII destacan como testigos del tiempo. La casa solariega remodelada en el siglo XIX, con capilla y retablo barroco, añade encanto a la aldea.
La iglesia parroquial, datada probablemente en el siglo XVII, presenta una nave rectangular con bóvedas de crucería y un destacado retablo barroco con los escudos de los Mogrovejo. Entre las casonas, la de Vicente de Celis, del siglo XVI, destaca con el escudo de los Estrada, contribuyendo al rico patrimonio arquitectónico.
Las casas populares de estilo lebaniego exhiben una arquitectura única, con la planta alta abierta al exterior, entrelazo de varas y manteado de barro, fusionando influencias asturianas.
En 2020, Mogrovejo recibió el reconocimiento en la lista de los “Pueblos más bonitos de España“, un merecido honor que destaca su encanto medieval y su conexión única con la historia y arquitectura de Cantabria.
San Vicente de la Barquera: Encanto marinero y belleza natural
San Vicente de la Barquera, antigua Evencia romana según historiadores, se erige como una joya en la Cornisa Cantábrica. Su nombre actual proviene del mártir aragonés, y su rica historia incluye a Antonio del Corro, inquisidor nacido en el XV.
Capital del municipio, San Vicente es la villa marinera por excelencia, reflejando sus tradiciones en festividades como La Folía y la procesión del Carmen. Su ubicación estratégica entre Asturias y Cantabria lo ha convertido en un destino turístico preferido.
Con playas privilegiadas como Fuentes, El Rosal, y Gerra, y una hermosa ría animada por botes y barcas, San Vicente cautiva con su belleza natural.
La puebla vieja, con su iglesia, castillo, y restos de muralla, añade encanto histórico a la experiencia. Y además, los Picos de Europa sirven como telón de fondo majestuoso.
La gastronomía, enraizada en la vocación marinera, destaca con el sorropotún, un guiso de bonito y patatas.
Entre sus monumentos, la iglesia de Santa María de los Ángeles, el antiguo convento franciscano de San Luis, y el castillo, sede de exposiciones, destacan por su relevancia histórica.
La puebla vieja, repleta de edificios monumentales, ha sido declarada bien de interés cultural desde 1987. Los puentes, como el de la Maza del siglo XVI y el del Parral del siglo XVIII, contribuyen al carácter único de esta villa, convirtiéndola en un lugar ideal para descansar y deleitarse con su esplendor histórico y natural.
Liérganes: Historia, leyendas y arquitectura clasicista
Como capital del municipio homónimo, Liérganes se destaca por su conjunto urbano declarado de interés histórico-artístico nacional en 1978, que exhibe una arquitectura clasicista del siglo XVII y XVIII, reflejo del auge económico impulsado por la fábrica de artillería en la región.
Ubicado a los pies de las elevaciones de Marimón y Cotillamón, conocidas como “Las Tetas de Liérganes“, el núcleo urbano revela su rica historia ligada a la leyenda del Hombre-Pez, protagonizada por Francisco de la Vega. Este personaje nacido en 1660 se arrojó al río Miera y desapareció, solo para ser encontrado años después en la bahía de Cádiz, perdido en razón y habla.
La dualidad entre Liérganes y su balneario, rodeado de una finca con arbolado majestuoso, añade un toque decimonónico característico.
La parte vieja de Liérganes, El Mercadillo, es un conjunto histórico-artístico que incluye el Palacio de Rañada, la iglesia de San Sebastián, la parroquial de San Pedro Ad Víncula, y otras construcciones emblemáticas.
Aunque destaca la gastronomía de Liérganes con sus exquisitas carnes, pescados de río, quesos frescos, y repostería, el monumento más importante del municipio es el museo-palacio de Elsedo en Pámanes. Construido en el siglo XVIII, este palacio, declarado monumento histórico-artístico, alberga un museo de arte contemporáneo con obras de destacados artistas como Eduardo Chillida y Jorge de Oteiza, convirtiéndose en una joya arquitectónica y cultural en la región.
¿Dónde están los pueblos más bonitos de Cantabria? En el Mapa
Si te has interesado por visitar alguno de estos encantadores lugares, a continuación te damos la lista con la ubicación en el mapa para que puedas tomar una mejor decisión si decides aventurarte en tu desplazamiento a alguno de ellos.
Podríamos asegurar que con estos destinos completamos la selecta lista de pueblos que se erigen como lugares imprescindibles en tu itinerario por Cantabria.
Cada pueblo tiene su propia esencia, su historia única y su contribución a la rica narrativa de Cantabria. Así que, ¿cuáles de estos tesoros decidirás explorar primero?
La respuesta, viajero, está en la experiencia que busques y en los secretos que desees descubrir en este fascinante rincón del norte de España. ¡Prepárate para una travesía llena de descubrimientos inolvidables!